
Escribo desde los bordes, en los lugares donde lo oficial se resquebraja y aparece lo que realmente importa. Vengo de la crítica cultural y del pensamiento incómodo, pero también de aulas, proyectos efímeros y espacios que nunca pidieron permiso para existir. Trabajo con relatos torcidos, con prácticas que no encajan en la normalidad, con todo lo que queda fuera de foco.
He colaborado en publicaciones independientes, radios con espíritu pirata y proyectos editoriales que entendieron la cultura como un campo de batalla. Desde entonces me muevo entre la escritura, la investigación y el código, siempre desde una posición lateral: sin escuelas, sin banderas, sin instituciones que ordenar.
Me interesan las grietas más que los monumentos; los gestos mínimos más que las teorías; la resistencia cotidiana más que los grandes discursos. Lo que hago intenta abrir huecos, desviar el relato dominante y pensar desde un lugar que no demanda pertenencia, solo lucidez. Un día soñé con hacer la II Internacional Situacionista. (Esta biografía está por mejorar)